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Sobre el Espectáculo

Transeúntes sin identidad caminan bajo la sombra de la ciudad. Inadaptados, contrarios, desiguales, incomprendidos, enfrentados, contradictorios, diferentes, discrepantes, opuestos… Bichos raros. Lobos con piel de cordero intentan controlar su naturaleza provocándoles gran dolor y sufrimiento. “Trajes de domingo” una indumentaria llena de esperanza. El propósito claro de “Trajes de domingo” es abrir una ventana al desequilibrio que la humanidad sufre en pleno siglo XXI por razones de desigualdad y que millones de personas la sufren en nuestro entorno.
Las relaciones humanas como base de una obra, que, sin dejar de ver la realidad, explora en la psique las posibilidades de llegar a una comunidad con las mismas oportunidades, sin importar etnia, género, cultura, etc.
El espectáculo tiene como fin despertar conciencias desde los más pequeños, ellos son la clave para que modelos antiguos de conducta se disuelvan, llegando a desaparecer. La danza española como estímulo visual y fábulas acompañadas de música en directo, nos adentrarán en un mundo lleno de esperanza, alcanzando los corazones del espectador. El alcance y la proyección que malucos Danza pretende conseguir con “Trajes de domingo” es mostrar la cualidad de poder aceptar, a través de la tolerancia, diferencias en los demás llevándonos a una actitud sana para la vida en sociedad. Los 4 capítulos/coreografías por donde el espectador transita van acompañados de una fábula, siendo la moraleja la fuente de inspiración tanto en el baile como en la música. Un universo donde la igualdad y la tolerancia caminan de la mano, dándonos una visión de cómo de bella podría ser la humanidad.
La danza, la interpretación y la música, son las herramientas que nos sirven de hilo conductor de cada una de las historias reflejadas en la obra.
malucos Danza investiga y se adentra en este montaje, por la necesidad que tiene el planeta de llegar a la igualdad deseada y buscada por el ser humano. “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel o su origen, su sexualidad o su religión. Si pueden aprender a odiar, se les puede enseñar a amar, porque el amor es más natural para el corazón humano que su opuesto” Nelson Mandela

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